¿Qué es un crédito revolving?
Es un crédito al consumo, que se articula normalmente mediante una tarjeta de crédito. Se trata de una línea de crédito, que concede una entidad financiera a un cliente, de manera que éste podrá disponer de un importe hasta un máximo predeterminado. Su funcionamiento es similar a las “pólizas de crédito” que se utilizan de manera generalizada por las empresas.
El cliente establece los pagos mensuales que hará para amortizar el capital prestado y los intereses generados, de manera que si paga la cantidad tomada, podrá disponer de nuevo hasta el máximo del límite de crédito. Pagando se vuelve a tener crédito y así sucesivamente.
Normalmente se establece un pago mínimo mensual que viene a estar entre el 3 y el 5% de la cantidad de la que se ha dispuesto.
Es la forma de operar de muchas tarjetas de crédito: Lo habitual es el límite de crédito se establezca entre 500 y 6.000 euros. La cantidad dispuesta como crédito, se irá pagando mediante cuotas mensuales.
Generalmente se aplican tipos de interés altos que, unidos a las comisiones, pueden llevar a que la Tasa Anual Equivalente (TAE) se dispare.
Ventajas
El cliente dispone de una línea de crédito que le da flexibilidad para momentos puntuales de gasto y puede pagar en cuotas determinadas por él mismo.
Solamente se pagan intereses sobre la cantidad dispuesta.
No necesitan ser formalizados en escritura pública ante notario.
Una vez el crédito revolving está concedido la disponibilidad es inmediata. Y una vez devuelto el importe, se vuelve a tener disponible el total hasta el límite concedido, es decir, se puede reutilizar cuantas veces de desee sin necesidad de renovaciones con la entidad financiera.
Inconvenientes
El coste expresado en TAE puede llegar a ser muy elevado, de entre el 20 y el 30%.
Esa flexibilidad puede ser un arma de doble filo. Ha habido casos en los que la devolución mensual no cubría siquiera los intereses generados por el crédito dispuesto. De manera que el principal cada vez se hacía más grande, llegando a hacerse inasumible por el cliente.
Una deuda con intereses tan elevados puede convertirse en un problema grave al transcurrir el tiempo.
Los créditos revolving ante los Tribunales
El Tribunal Supremo centró la posibilidad de reclamar por dichos créditos en su sentencia de 25 de noviembre de 2015.
Básicamente son dos las vías para impugnar los créditos revolving:
1.- La aplicación de la Ley de Represión de la Usura de 1908, también llamada Ley Azcárate.
2.- La declaración de abusividad por falta de transparencia: No se explicó al cliente la verdadera carga económica y jurídica que asumía al contratar el crédito revolving.
En próximas entradas revisaremos algunas sentencias sobre créditos revolving.